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Alojado en la antigua prisión política, creada para acoger a los opositores al régimen dictatorial, el Museu do Aljube - Resistencia y Libertad está abierto al público desde 2015 y pretende dar a conocer una parte de la historia de Portugal, o no dejarla en el olvido. Puede que no sea una visita que se haga a la ligera, pero sin duda, tanto para portugueses como para extranjeros, es una buena forma de entender e incluso valorar lo que tenemos hoy, y cómo se ha conseguido.

El edificio fue adaptado por los arquitectos Manuel Graça Dias y Egas José Vieira y, en la actualidad, el Museu do Aljube ocupa cinco plantas que destacan la lucha contra la dictadura, la lucha por la libertad y la democracia, la liberación de los pueblos coloniales y la guerra colonial. Además de estos temas, que se abordan en la exposición permanente, el museo también tiene espacio para exposiciones temporales que ofrecen información complementaria a la colección fija del museo.

En las dos plantas inferiores (planta -1 y planta 0), el Museu do Aljube presenta una colección de vestigios arqueológicos que representan la historia patrimonial del Aljube. La puerta principal de la antigua Prisión de Aljube está ahora cerrada, pero representa la antigua prisión y se ha conservado año tras año. Esta planta también alberga las exposiciones temporales - todas ellas, de una u otra manera, relacionadas con los valores del Museo.

La planta 1, por su parte, trata del ascenso y la caída del fascismo - aquí se nos presenta una breve historia de Portugal entre 1890 y 1976. Hay ejemplos de lo que era la censura (tanto en los medios de comunicación social como en la producción de libros y discos) y hay una clara referencia a la importancia de la prensa clandestina (el único medio que realmente retrataba lo que ocurría en el país y en el mundo). Al mismo tiempo, se presenta la naturaleza de la Policía Política en Portugal durante el Régimen de Salazar y el papel de los tribunales políticos.

La resistencia antifascista es el siguiente tema tratado. En la planta 2, podemos entender cómo hombres y mujeres dedicaron su vida a la lucha contra el régimen dictatorial portugués, y cuáles fueron sus formas de organización. De forma breve, también se presentan las etapas que siguen a una detención: los procesos de identificación, los interrogatorios, la condena, las prisiones y los campos de concentración. En esta planta, también se pueden ver las celdas a las que se enviaba a los presos políticos, con unas dimensiones mínimas que torturaban a los que eran enviados allí.

En la siguiente planta, dejamos Portugal para seguir las referencias a la Guerra Colonial y al colonialismo. En el mismo piso, recordamos a los opositores que se quedaron en el camino y que nunca vivieron lejos de la dictadura. La conquista de la Libertad y la Democracia fue una verdadera victoria y el Museu do Aljube quiere destacarla.

La exposición permanente termina, pues, con una explicación del trabajo del Museo en la preservación y difusión de la Memoria Histórica, pero todavía hay otros espacios que conocer: en la planta 4, hay un auditorio (destinado a la promoción de iniciativas en el ámbito de su misión) y una cafetería con vista panorámica sobre la ciudad y el río Tajo, perfecta para un descanso antes de otra aventura por Lisboa.

Sugerencia Cool: El Museu do Aljube promueve Coloquios y Conferencias, nacionales e internacionales, que abordan temas específicos del Museo. Preste atención, ¡la visita puede ser más completa que muchas lecciones de historia!