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En la más alta colina de Lisboa, y con una vista fantástica sobre la ciudad, el Castillo de São Jorge nos permite hacer un viaje en el tiempo, donde todas las piedras hablan, contándonos la historia de Lisboa.

El Castillo de S. Jorge, situado en la antigua ciudadela medieval, era habitado por moros que lo fortificaron para su defensa. Cuando D. Afonso Henriques, primer rey de Portugal, toma el castillo en 1147, tras un cerco de 3 meses, expulsa los musulmanes y abre las puertas del castillo a los cristianos. Así, el rey y la corte real se cambian para el Castillo de São Jorge, transformándolo, más tarde, en el Paço Real.

Al pasear por el castillo, conseguimos imaginar Lisboa de otros tiempos, mientras nos perdemos en una de las mejores vistas sobre la ciudad y el Tajo. Observar el horizonte a través de sus miradores es una experiencia única, la cual enamora turistas y locales. Entre las once torres del castillo, los jardines y el inspirador paisaje, es fácil comprender los motivos que llevan este emblemático castillo a ser uno de los monumentos más visitados de Portugal.

Opte por una visita guiada, para que pueda descubrir todas las preciosas memorias históricas guardadas en el Castillo de São Jorge. Destacamos la Torre do Tombo donde, en la cámara oscura, ¡descubrimos Lisboa a partir de una nueva perspectiva! Es con un periscopio, sistema óptico que juega con lentes y espejos creado por Leonardo Da Vinci, que conseguimos observar la ciudad, en tiempo real y con un ángulo de 360º. Es una experiencia excepcional que nos hace redescubrir Lisboa.

Visite también el museo, el cual tiene una colección de objetos pertenecientes a las diferentes culturas que habitaron la zona del castillo al largo de los tiempos, y que así ayudaron a crear a Lisboa de nuestros días. Se destacan los objetos islámicos, provenientes de la fuerte ocupación musulmana antes de la conquista de D. Afonso Henriques. Debe también visitar las dos casas del periodo islámico que se encuentran en el núcleo arqueológico. Con un enorme valor histórico-cultural, son las dos mayores casas de este periodo en la Península Ibérica.

El Castillo de São Jorge es un marco de la ciudad que, por toda su belleza y significado, debe ser un espacio de visita indispensable. Es también ideal para visitarse en familia, pues que hay bastantes actividades donde se recrean escenarios de la época.