dormir > hoteles de lujo

Entre dos de los principales monumentos en honor de los descubrimientos portugueses, la Torre de Belém y el Padrão dos Descobrimentos, nació el Hotel Design Altis Belém. Todo fue pensado al pormenor para que el hotel proyectara la historia de Portugal, sin quitar destaque a los monumentos donde se encuadra.

Comenzamos por el edificio en sí, de líneas simples y en un sólo tono que gana vida con la luz de este lugar, exhibiendo eso incluso a sus huéspedes. Todas las habitaciones son únicas, con un panel decorativo interior, tema y nombre siempre diferentes. Las habitaciones representan tres esquinas del mundo y están divididos por alas: el ala de Américas, de Asia y de África.

El jardín ondulado continúa la arquitectura del hotel, pues se encuadra naturalmente en el escenario del Río Tajo, adornado por los bellos árboles Ginkgo Bilobas, de poco follaje, para que los huéspedes puedan disfrutar de la vista sobre el río. La entrada del espacio de las comidas también es mensajera de un episodio de la historia portuguesa: retrata el Rinoceronte que D. Manuel llevó al papa León X, como símbolo de paz para la cristiandad.

El Hotel Altis también proporciona momentos de relajamiento con el SPA by Karin Herzog. Si lo desea, después de su masaje podrá ir a la terraza del hotel y terminar el relajamiento con una vista arrebatadora.

Aquí se prima por la simpatía y desenvoltura y se enaltece la localización y el paisaje. Ésta es la conjugación mágica para que quién pase por aquí se sienta muy bien: sea para una estancia en una de las 3 esquinas del mundo, para un masaje relajante en el SPA, para un simple café de la tarde, un brunch de fin de semana, un almuerzo leve, o aun mejor: una cena en el restaurante Feitoria que cuenta con una estrella Michelin.