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Este es un hotel grandioso en cantidad y calidad. Presenta 311 habitaciones, dos magníficos bares; el delicioso restaurante Flor-de-Lis; un spa y gimnasio; y aun una sala de eventos, capaz de recibir más de 1.000 personas.

La entrada debe ser admirada por unos momentos, debido a su grandiosidad.

La habitación donde quedamos es moderna, perfecta para descansar de la forma más confortable posible, todo esto aliado a un diseño simple y sofisticado.

Pare por uno de los bares para tomar una copa, merece la pena. En los días fríos, opte por el elegante Scale Bar en el lobby; y en los días más calientes suba hasta al 9º piso y disfrute de la piscina, con vista sobre el Río Tajo, acompañando todo con un cóctel hecho en el UpScale Bar. El UpScale Bar también se encuentra en el 9º piso y es excelente para ser disfrutado durante el día, pero también por la noche, pues el ambiente se hace aun más sofisticado con las luces de la fachada reflejadas en las mesas, y con una vista nocturna sobre la bella Lisboa.

El desayuno es algo que no se puede perder. Hay una inmensa oferta y puede decirse que todo es delicioso, sin embargo, destacamos los pecaminosos gofres de chocolate.

En el EPIC SANA Lisboa también puede cenar en un ambiente requintado, con platos sofisticados en el restaurante Flor-de-Lis, firmados por el Chef Patrick Lefeuvre.

Este es un hotel para ser vivido por todos. Las zonas de ocio, los bares, el restaurante, la piscina, el spa y el gimnasio pueden ser usufructuados también por los lisboetas, pagando sólo por el servicio en cuestión. Al fin de semana, por ejemplo, los lisboetas pueden comenzar el día más tarde con un brunch.

Se prefiere hoteles sofisticados y modernos, el EPIC SANA Lisboa es perfecto para sí.