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El concepto de la Casa Amora es acogedor: el bien recibir en una casa portuguesa con certeza.

Este alojamiento no se deja nada al azar y eso se nota en los detalles de cada habitación, así como en el resto de la casa. Su toque cálido y temático ha sido bien pensado y no deja a nadie indiferente. Aquí la idea es sentirse en casa, pero en una bien decorada. Podrá pernoctar en una habitación con personalidad única, pues todas son diferentes. Las habitaciones se inspiran en célebres personalidades lisboetas como Amália Rodrigues o Fernando Pessoa. Verá que su decoración está impregnada del espíritu de cada una de estas personalidades.

Podrá contar con un equipo de 3 simpáticas personas que harán que su estancia sea la más cálida y acogedora posible.

Hay siempre fruta fresca para los clientes, la nevera está siempre abierta, hay té, café y bizcochos caseros para quien los desee. Estar aquí es como estar en casa, y fue precisamente con ese ambiente que los propietarios soñaron cuando crearon este espacio único para recibir a quien visita la ciudad.

Las lozas, provenientes de Caldas da Rainha y creadas por Rafael Bordalo, forman parte de la decoración de este rincón portugués y sirven como base para excelentes desayunos.

Las sillas de Lona, una marca portuguesa, también forman parte de la decoración y nos muestran el cuidado que está siempre presente en todos los detalles que le proporcionan al huésped la experiencia en una casa elegante portuguesa, con certeza.

No hay ningún huésped que salga de aquí con las manos vacías. Al final de la estancia, le dan siempre un pequeño obsequio que normalmente es una galleta de diseño muy sabrosa y alusiva a la ciudad de Lisboa.